Análisis de caso – Energía vertida en Chile
(Período 2018 – 2022)
Resumen:
El vertimiento energético (curtailment) o también llamados “desacoples” se refiere al vaciamiento o pérdida que experimentan las plantas energéticas con el elemento que no puede ser transportado. El vertimiento de energía renovable (ERV) es cuando la energía producida por centrales solares o eólicas sobrepasan la necesidad de consumo de la zona en que se ubican y la capacidad de transporte de las líneas de transmisión. Éstas están sobrepasadas para evacuar la energía a centros de consumo en el país.
La forma en que funciona la energía eléctrica debe equilibrar la oferta y la demanda en todo momento y en todo lugar, preservando la operación económica y segura del sistema. En la práctica, la operación segura la entregan las llamadas centrales base, las cuales funcionan permanentemente y le aportan estabilidad y seguridad al sistema. El vertimiento o racionamiento responde a situaciones extremas de exceso o falta de energía respectivamente. En la actualidad nacional, los vertimientos de energías renovables responden más al exceso de energía solar en determinadas horas donde la demanda es menor, o donde el riesgo de racionamiento responde a la posibilidad de no contar con la energía suficiente en horas de estrés para abastecer la demanda del sistema. El horario peak para el consumo energético se da entre las 18:00 y 22:00 horas en Chile. Por otra parte, no se debe desconocer que estos vertimientos también están vinculados a la infraestructura de transmisión, en esos mismos momentos del día donde en algunas subestaciones o barras se da el desacople, en otras se está consumiendo bloques importantes de energía a través del suministro eléctrico, que utilizan energéticos primarios con algún tipo de hidrocarburos. A pesar de existir costos convenientes para la producción de energía renovable en el norte o el sur del país, el problema de la transmisión y almacenamiento hacia los centros de mayor consumo –como es la región Metropolitana y regiones altamente pobladas e industrializadas – es un desafío a solucionar en los próximos años. Lo anterior está pensado en el robustecimiento en la transmisión, considerando que esta línea de trabajo es compleja en su componente social y ambiental debido a la posición de las comunidades y municipalidades a que franjas de transmisión pasen por sus territorios.
Durante el año 2022 el vertimiento solar superó los 800 GWh, y a marzo de 2023 ya fue superado el 20% de esta cifra. Considerando que el vertimiento eólico en el mismo año, fueron 640 GWh, el total de energía vertida durante el año alcanzó un valor de 1.471 GWh, tres veces superior, en relación al 2021. El nivel de vertimiento del 2022 es equivalente al consumo eléctrico de 181.986 familias promedio durante 1 año” (8.083 kWh/viv/año – ESTUDIO: USOS DE ENERGÍA DE LOS HOGARES CHILE 2018)